martes, 7 de junio de 2011

Tratarnos, como si nunca nos hubieramos conocido



Tratarnos como si nunca nos hubiéramos conocido.
Estábamos ahí parados, incómodos, sin decir nada-
Mis cartas estaban puestas sobre la mesa
pero desde un principio, supe que no cambiaría nada.
Quería retenerte para no quedarme sola entre los restos
de ese castillo de felicidad que juntos habíamos construido,
de fantasía y felicidad, que ahora se encontraba destruido,
fue culpa de la realidad, a quién no habíamos previsto.

El eco de tus pasos al marcharte
retumbó por mucho tiempo en mis adentros-
Pero, ¡al fin soy libre!
tus huellas ya las borró el viento.
Solo quedan esas borrosas imágenes en mi mente,
la gente los llama recuerdos, pero con el paso del tiempo
 me cuesta diferenciarlos de los sueños.
¿Formas parte de lo que hoy soy?
Tu sonrisa cambió mi vida, aunque duela admitirlo, es cierto.
Fueras solo parte de mi imaginación
O fueras un ser de carne y hueso.
fuera nuestro amor una ilusión, o fuera algo verdadero.

No quiero saber si me dijiste la verdad.
Al fin esa pregunta la dejé atrás.
¿Cómo saber si no lo malinterpreté todo?
Pequeños detalles. Sonrisas. La única forma en que tus labios me dieron afecto.
No hubo palabras, no hubo besos.
Solo pequeños detalles, miradas y sonrisas
que alimentaban mi alma, calmaban mi deseo.
Fue tu culpa, fue mi culpa. Fuiste hábil, fui ingenua.
Fue tu culpa, fue mi culpa,
No voy a hablarte, no voy a ser la primera.
¿Cómo distinguir si fuiste tu el que supo fingir demencia,
o fui yo la que no tuvo la decencia de enfrentarte a la primera?
Lo lamento, me ganó la vergüenza.
Fui una cobarde, quería fingir inocencia.

No puedes culparme, no por completo
si ya no es lo mismo, yo también lo lamento.
Nunca existió el miedo a olvidarte,
fue puro miedo a no poder dejar de amarte.
Nunca tuve miedo de que volvieras
Fue mas miedo a que pasara el tiempo y no lo hicieras.
No puedes culparme, no por completo
salí adelante, empaqué mis cosas y salí huyendo
pero olvidé empacar mi corazón, me había decepcionado
y ahora me vuelvo loca porque no lo encuentro.
Fue tu culpa, fue mi culpa. Lo arriesgué todo por ésta aventura.
Fue tu culpa, fue mi culpa. He caído en la locura.
Intenté regresar a la vida que tenía cuando aún no te conocía.
A mitad de camino me dio miedo,
lloré, me di cuenta de que estaba perdida.
Cómo recuperarte, y como recuperar mi vieja vida,
ahora que te vas a seguir tu destino.
Siempre fui solitaria, pero a la soledad la consideraba mi amiga.
Es tu culpa, me abandonaste, ahora me siento vacía.

Es irónico, hasta risa puede dar
El como perdimos tanto tiempo en aparentar
que ese espacio que nos dábamos salvaría nuestra amistad,
fingiendo indiferencia, pero dándonos tristes miradas al pasar,
miradas que aunque quemaran por dentro,
el orgullo nos impediría actuar.
No, no nos íbamos a hablar.

Y es irónico, en verdad lo es
el cómo perdimos tanto tiempo, sin tener éxito
tratando de lograr, lo que ahora hacemos con tanta facilidad:
Tratarnos, como si nunca nos hubiéramos conocido.

Maria Jose Olvera Cañez

No hay comentarios:

Publicar un comentario