viernes, 10 de junio de 2011

A.I.

A continuación, una de las últimas discusiones que han surgido entre mi (Adrianna, la chica genio, responsable y perfeccionista) y mi otra yo (Iscela, la sensible, espontánea y alegre). Trasfondo: estrés y presión por todas las tareas pendientes, cansancio y ganas de "vivir mi vida"  antes que nada.

ADRIANNA: Ahora qué vas a hacer, cómo organizarás tu tiempo?

ISCELA: Mira, ahorita no estoy como para andar pensando en eso, sí? Me estás pidiendo mi completa atención, pero ahora no estoy dispuesta para hacerle caso a los deberes. Déjame ver qué es lo que tengo, me siento inspirada. Voy a escribir, a ver que me sale, para poder decirte qué es lo que me ocurre. Al rato continuo con mi "planificación del tiempo."


A: Que al rato? Dejar las cosas para "al rato" no es nada sano, dude!

I: A ti quien te pidió tu opinión?

A: Nadie, recuerda que somos la misma persona... duh... Solamente se me ocurrió recordarte lo mucho que estás perdiendo el control en lo que haces. Tus resultados no son iguales que antes, lo hiciste bien, pero ambas sabemos que pude haberlo hecho mejor. Estás distraída, estoy distraída. No eres capaz de completar lo que debes ahora, cómo lo harás en el futuro?

I: Bueno, es que debo de disfrutar mi presente....

A: Por eso mismo te lo digo! Debes de concentrarte ahora! No vivas pensando en que dejarás las cosas para el futuro! Termina tus deberes, ahora...

I: Pero también necesito vivir... ¿cómo quieres que me concentre si sigo con este vacío? Necesito divertirme, estar con la gente que amo, descubrir quién soy yo... Un futuro muy pesado me espera. Son mis últimos momentos de libertad. Además, estoy segura de que no soy tanto como tú. Así es como me ha encasillado todo el mundo, pero lo mío no son los números, sino las letras. Quiero abandonar ese pasado, cambiar, transformarme en lo que realmente soy. Eso es pensar en el presente. Olvida lo que fui alguna vez, son sólo fríos recuerdos…

La discusión se había convertido en un caos. Yo contra mí, en una batalla épica y elemental en mi vida. De repente, sin que yo lo advirtiera, ambos hemisferios de mi mente se fusionaron para darle vida a Adrianna Iscela, mi verdadera yo, a quien desde ahora en adelante procuraré darle la palabra para calmar todas mis inquietudes:

 AI: A ver, jovencita, escúchame bien. Hay momentos en los que es necesario recordar lo que fuimos, hay momentos en los que debemos prepararnos para lo que seremos. Pero siempre tendremos oportunidad de vivir. Mira a tu entorno, y te darás cuenta de lo que necesitas en ese mismo instante: tal vez ocupes estudiar, quizá pases un momento de inspiración y decidas relajarte.

Piensa bien, el tiempo siempre será suficiente para todo. En cuanto tengas oportunidad, enfócate en tus responsabilidades. Verás que aún así tendrás la ocasión de expresarte. Cuando eso suceda, no lo dudes: ¡grita, llora, ríe, di lo que sientes! Escribe. Cuando los deberes parezcan agobiarte, tú tranquila, siéntete satisfecha de tu esfuerzo. Estar en crisis de tiempo es parte de la emoción, es todo un reto. Yo adoro los retos, recuerdas? Por eso he decidido este futuro. Voy en excelente camino. Tengo mil motivos para ser feliz.

Adrianna no podía entender cómo Iscela podría afrontar sus responsabilidades sin perder el control de su tiempo. Iscela nunca había imaginado a Adrianna disfrutando del día sin atormentarse por las tareas ni perder su sensibilidad. Poco a poco fui sintiendo cómo mis pies se mantenían firmes sobre la tierra, y al mismo tiempo mi mente se dejaba llevar por el viento, mi imaginación dejándose llevar por él.

Esta soy yo, no dos dentro de una, sino una misma, complementando mis espacios vacíos. Y me siento completa. 

Isaela Montejano

1 comentario:

  1. alonso flowers ;D7 de julio de 2011, 19:09

    hahaha x3 esta todo genial ;D me gustaria conoser tu personalidad ;3

    ResponderEliminar