sábado, 23 de abril de 2011

El Jazz del Diablo (cap1)

EL JAZZ DEL DIABLO
Capitulo 1: La ejecucion.


-¿Te arrepientes de tus pecados?- Pregunta el sacerdote.
- Claro que no. – Responde en un tono de arrogancia Kevin.
La respuesta de Kevin desconcierta al padre. –Mataste a 6 personas, ¿no estas arrepentido?
-Jajaja claro que no… lo tenían bien merecido – Contesta prendiendo un cigarro.
- ¡Iras al infierno si no te arrepientes!-
Kevin voltea la mirada al sacerdote. –¿Y tú en verdad piensas que te has ganado el cielo obligando a las personas que están próximas a ser ejecutadas, confesarse? -
-¡Dios es el único que puede dictar quienes deben morir!- Grita el sacerdote.
- ¡Pues yo no soy Dios, tú no eres Dios, ni el que me ejecutara es Dios! En tal caso… ¿No están pecando al igual que yo?- Responde Kevin mientras exhala humo de sus pulmones.

El sacerdote sale de la celda bastante molesto.  Kevin Richards no pose familia, ni amigos; el vino del campo a la gran ciudad con esperanza de volverse un gran músico, se volvió un trompetista que tenía un futuro bastante prometedor en la música, pero que hace unos cuantos días atrás asesino a 6 personas; entre ellas se encontraba el hijo del alcalde. No se sabe por qué decidió cometer un acto de tal brutalidad, pero a nadie le importa lo único que quieren es que este muerto lo más pronto posible.

Kevin fuma su último cigarro mientras que mira a través de la venta abarrotada de su celda. El día es bastante lúgubre, con un frio típico del invierno de la gran ciudad. Con nostalgia inhala el último aliento de tabaco, y tira la colilla del cigarro.
De la oscuridad una mano toma del hombro a Kevin.
-¿Otro cigarro?- Pregunta un hombre vestido completamente de negro, con una sonrisa maquiavélica.
- Claro… ¿Por qué no? – Responde Kevin mientras que toma un cigarro del misterioso visitante.
- Sabes quién soy ¿cierto?-
- Claro el mismo sujeto por el cual Roy –hijo del alcalde- vendió su alma, quien le dio ese poder que lo volvió un monstruo… ¿Lucifer? – Contesta Kevin mientras que fuma.
El hombre de traje negro inicia a reír. -¿Qué clase de nombres imbéciles me ponen los humanos? Bueno tienes una idea de quién soy… Entonces supongo que sabes porque estoy aquí ¿cierto?-
-¿Vienes por mi alma? – Dice en tono sarcástico Kevin.
- Claro que no- Responde mientras que ríe –Vengo a ofrecerte un trato, tú sabes de justicia e incluso se podría decir que me hiciste un favor al matar a Roy, porque había desobedecido su trato, yo le di ese poder con la esperanza que lo utilizara de una forma correcta a mi beneficio, no de una forma egoísta. Tu amigo mío me hiciste un gran favor, él pudo haber arriesgado muchos de mis intereses, por lo cual yo te ofrezco una recompensa… -
- ¿Recompensa?-
- Claro, a ti te queda poco tiempo ¿verdad? ¿Qué te parecería trabajar para mí? Realizando esos actos de justicia.

Kevin se queda en silencio pensando. Si se niega a aceptar el trato de igual forma será ejecutado y posiblemente se vaya al infierno por haber asesinado a esas personas. Si acepta el trato el diablo le dará más vida. No tiene nada que perder.
- Acepto – Contesta Kevin mientras que tira la colilla de lo que era su cigarro.
- Perfecto. – Dice el diablo mientras que se levanta y le da la mano a Kevin.
- Y otra cosa, consíguete mejores cigarros, ese estaba del asco. -
- jajaja, recuerda que fumar mata… - El Diablo presiona con fuerza la mano de Kevin, y de pronto siente un inmenso dolor en su pecho.
Kevin cae al suelo lleno de dolor, mientras que el Diablo sonríe
-¡Sea bienvenido a la dulce agonía de la muerte! -
El corazón de Kevin deja de funcionar y Kevin queda muerto en el suelo de su celda.

                          
Kevin abre los ojos y se encuentra en un bar lleno de personas, algunas les faltan miembros, otras tienen la carne al rojo vivo. Suena de fondo una música bastante estridente proveniente de un grupo de músicos arriba del escenario; las mujeres que cantan no tienen rostros son esqueletos.
No hay duda alguna Kevin está en el infierno. Tal vez no sea ese lugar de tormento como lo describe la iglesia pero ese es el infierno, donde van las almas que vivieron en el pecado.
De entre las personas aparece el Diablo, el cual se acerca a Kevin.
- ¡Bienvenido a mi hogar! Ponte cómodo – Dice mientras que lleva a Kevin a la barra donde sirven alcohol.
- Un segundo, ¿¡Por qué me has traído al infierno!?- Pregunta bastante alterado Kevin.
El grupo de música sigue tocando su música, es una música hipnotizante todas las personas están atentas a su melodías.
- ¿Sabes que es lo que falta para que sea perfecta? – Pregunta el Diablo a Kevin.
Kevin se pone a escuchar. – Falta una trompeta… -
- Exacto, ahora quiero que comprendas que si trabajaras para mí, debes conocer todo mi legado… ¡Y ESTE ES MI LEGADO! Y tu serás parte de él. Esa canción se titula “El Jazz del Diablo” y adivina, tu ahora serás mi trompetista, parte fundamental de mi música, de mi legado.-
- Jajaja sabes, estas demente. -
- Claro que lo sé, y tú ahora eres parte de mi demencia… - El diablo toma de los hombros a Kevin. – Este es mi trato, por cada 6 almas que me des, tú recibirás un boleto de salida. Yo te daré tus objetivos; ahora eres mi sicario. – Dice con una sonrisa.
- ¿Por qué yo? - 
- No lo sé, no existe algún motivo; no eres el “elegido” o alguna mamada, simplemente me caíste bien. – Dice riendo. – ¡Ahora toma tu boleto de salida!- El diablo le da a Kevin una moneda de doble cara.

La moneda inicia a arder a gran temperatura en la mano de Kevin. De forma desesperada trata de soltarla pero su mano se ha cerrado sola y no se puede abrir; cierra los ojos lleno de dolor y al abrirlos despierta en una ambulancia. Kevin ha vuelto de entre los muertos, ha salido del infierno; ahora no como un humano, ahora es un sicario del diablo, su trompetista personal

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La historia versa en un estilo de mitisismo religioso y ciencia ficción tipo retrofuturista. Tiene muchos toques tipo de la \epoca de los 30's, pero es el futuro. Todos los comentarios de los personajes son ajenos a la opinión del autor y solo son hechos para el entretenimiento. 

6 comentarios:

  1. Max, demasiado talento, empezando por el titulo! es asombrosamente atrayente, y esa es una de las principales cualidades de una buena novela, felicidades

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  2. Francisco Castro:
    Muy buena historia Max, pero siento que hay comas faltantes y creo que un prólogo un poquito más descriptivo ayudaría a introducirnos más en la historia, pero en si la historia se ve muy bien.

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