sábado, 21 de mayo de 2011

Hermanito...



Al mirar tus ojos me doy cuenta de la realidad, tu mirada ya no es la misma; ahora es fría y distante. Ese brillo de ternura e inocencia que había en tus ojos ya no está, aquella sonrisa desapareció, la calidez de tus palabras se esfumó. Me diste la espalda cuando te hablé, me desconociste, dejaste de ser el tierno niño pequeño que yo conocí, dejaste de ser mi hermanito y te convertiste en un completo desconocido.


Aquellos recuerdos se van a la deriva por un río, cayendo en una cascada interminable, no pude hacer nada, no pude recogerlos a tiempo, no me di cuenta de que nada era igual, para mi todo seguía como antes, nunca me di cuenta de que empezaste a ser mas frio,  serio conmigo, nunca note la diferencia, todo fue mi culpa.

Y ahora cada día que pasamos juntos ya no existe en tu memoria, se borró permanentemente. Todas las risas, los abrazos, las miradas de complicidad, aquellas travesuras que hicimos a los demás, no están, no ahí nada, ni un rastro de mi, en tu memoria solo soy una desconocida mas, una persona que ya no importa para ti.

No me sirve llorar, no ante un recuerdo que para ti no existe, es triste ver que tantos años de ser como hermanos ahora no los recuerdas, ¿Cómo paso todo esto?, ¿Cuándo paso?, Cuándo comenzó a pasar que de tu memoria todo se fue todo aquello que un día vivimos, pasaron 9 años para formar muchos recuerdos y ahora en tan solo unos minutos me preguntas de la forma mas fría por que te digo hermano.

Los días no serán los mismos, como pasar las tardes sola en mi habitación, sentada en aquel rincón de donde tu me salvaste aquel día, aquel día en el que casi no sobrevivo, te lo agradezco con el corazón. Aunque tú no lo recuerdes siempre serás mi hermanito.

Aquel día, esa discusión entre mis padres llegaste a mi lado como un ángel, mi ángel de la salvación, en tus ojos vi, seguridad y protección, me dijiste que me levantara que fuera fuerte, y desde entonces lucho día a día por ser lo suficientemente fuerte para que estés orgulloso de mi, pero no mas, no mas pelea contra eso. Esta es una corriente con la que no puedo ganar.

Perdona si te decepciono, pero ya no tengo fuerzas, tu sonrisa era mi energía de diario, con la cual podía moverme, reír, y seguir la vida, seguir levantandome en cada caída, ahora me siento sola y vacia, por eso en esta carta…

Te digo perdón y adiós

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