viernes, 9 de agosto de 2013

La tribu

Título: La tribu
Autor: Jorge Valenzuela


LA TRIBU

Y aquí estamos, mirándonos unos a otros, conteniendo risas que podrían ser muy escandalosas, burlándonos del profesor Odioso, que se empeña en que aprendamos lo que es un círculo, por lo menos.  

Nadie faltó hoy a clases, la tribu está completa. Tres semestres ya, la mitad del camino diría el profe de lectura, con eso de que es tan sensible, seguramente hasta se le saldrían las lágrimas al decir que ya somos muchachos grandes, pero que aún nos falta camino por andar y otro tanto de estupideces románticas de las que nos burlaríamos tal y como lo hacemos ahora con el profe de geometría.    

Tres semestres y seguimos todos aquí, en esta escuelucha que no olvidaremos, en especial aquellos lugares que son muy cómodos para los arrumacos, como detrás del laboratorio de física, donde las parejitas comienzan con un intercambio de fluidos y caricias que llegan a ser muy excitantes; lugares en los que nos peleamos más de una vez (y las que faltan), en los que nos reímos, lloramos, jugamos, corremos, gritamos, bailamos, cantamos; lugares en los que se ha ido formando poco a poco nuestra historia, la historia que sólo nosotros sabemos y que contaremos una y otra vez, hasta que nos hartemos.  

Caídas, golpes, fracturas, lágrimas, mocos, baba; contaremos todos esos accidentes que hemos tenido; besos, cachetadas, pellizcos, caricias, lamidas; platicaremos de esas novias inquietas a las que tanto quisimos; corajes, insultos, peleas, madrazos, patadas, aruñones, jaladas de cabello; recordaremos todas las peleas que tuvimos con esos tipos que terminaron siendo nuestros mejores amigos; albures, mentadas de madre, consejos, regaños; tal vez lloremos al recordar las palabras de nuestros compañeros.    

Así que aquí estamos, los enfadosos, los gritones, los chistosos; males necesarios para que la convivencia no sea tan aburrida; los enojones, los aburridos, los llorones; ¿qué podemos hacer? siempre habrá alguien; los macheteros, los listos, los presumidos, los inocentes (que son muy pocos), los vulgares; todos mirando al profe y esperando a que alguien haga la pregunta.   De pronto ahí está, el valiente alza la voz y dice: "Profe, ¿cómo se dice, váyansen o váyanse?"  

-Jorge Valenzuela 

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