sábado, 10 de diciembre de 2011

Textos anatómicos

Titulo: Textos anatómicos.
Por: Ilse McCarthy Estavillo.


Sé que puedes leer mi mirada, si pestañeo es un secreto que compartí y si no lo hago es un misterio que descifraras. Puedes encontrar textos en cada movimiento de mis corneas, si es derecha son mis ilusiones las que regalo y si es izquierda son mis anhelos los que confieso. Una mirada hacia arriba y me olvido de esconder mis sueños, si acaso bajo la mirada son mis deseos los que se grabaran en tu memoria. Soy presa de tu mirada que no dice nada, controlas cada movimiento y tus ojos no hacen más que preguntarle a los míos a sabiendas de que responderán y tus ojos jamás regalan respuestas. Sé que puedes leer mi mirada y sé que lo haces a diario.


Sé que puedes leer mis labios, aún cuando mantengo la boca cerrada para ocultar mis frases. Mamá bien dijo que “En boca cerrada no entran moscas” pero en tu presencia lo que entra me es indiferente, lo que sale es mi perdición. En mis labios se dibujan palabras que mi subconsciente niega haber pensando. Por medio de sonrisas o gesticulaciones de tristeza termino hablándote de mí, de lo que soy, de lo que digo ser y de lo que quisiera ser. Pareciera que cada diente grita dentro de mi boca y está ansioso por relatar aquello que tanto disimulo. Si me chupo el labio encuentras mis miedos, si me los muerdo sonríes por descubrir mis ansias. Sé que puedes leer mis labios y sé que lo haces a diario.


Sé que puedes leer mis manos, si las oculto en los bolsillos de mi chamarra terminan susurrando inspiradas en la libertad. Si las tenso o las relajo terminan hablando de ti, de nosotros. Cada dedo transmite mis pensamientos, como si mis terminaciones nerviosas tuvieran habla. Con un intento de resguardarme las convierto en puño y mis nudillos terminan disparando verdades. Las marcas de mis palmas relatan más que solo mi futuro. Cada huella digital lleva una confesión y entre sus líneas esta lo que nunca dije, lo que guarde y que por tu lectora visión, hoy sabes. Mis uñas llevan párrafos completos de mi incipiente biografía, se auto infringen dolor para que la sangre emane y relate sin censura todos mis recuerdos. Sé que puedes leer mis manos y sé que lo haces a diario.


Sé que puedes leer mi cuerpo, de pies a cabeza soy un libro abierto para ti. Cada movimiento es un capitulo que gozas, cada ademan es un personaje más para mi novela. Cuando me congelo o cuando me encuentro junto a ti encendida hablo, hablo sin parar, todo son palabras, todo son discursos. Confieso mis aventuras cuando camino, externo de mis antiguos amores cada vez que tomo asiento. Mis lunares son sopa de letras resuelta ante tus ojos. Mi cuerpo con sus defectos es el poema incompleto de mis noches, cada leve herida en mi físico relata mis dolores ocultos, cada respiro entrega códigos para arrebatarme la armadura. Mis pies te cuentan sobre mis infortunios caminos, mis piernas se quejan de las travesías fantasiosas, mis caderas hablan de mis orgasmos fingidos, mi cintura de mis complejos absurdos, mi abdomen de mis fracasados intentos, mis pechos de mis momentos de vulnerabilidad, mi cuello de mis ansias olvidadas y mi rostro…mi rostro es el libro que se desgasta bajo tus manos y que se quema bajo la luz de tu lámpara. Sé que puedes leer mi cuerpo y sé que lo haces a diario.


Léeme…

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