lunes, 27 de febrero de 2012

La luna también llora

Título: La luna también llora
Por: Marijo Chacin



En una noche muy oscura estaba la luna un poco triste,
sintiéndose muy sola.
La luna buscándote para complacer tus antojos
extrañando el reflejo de ella en tus ojos.
Chico de cabellos castaños, hoy no le lloraste a la luna
Y ella que te consolaba ,sólo llora hoy por ti
¿Y dónde estas? Para hacerle poesías
¿Y dónde estas? Para componerle tus melodías.
Chico de ojos profundos la luna te necesita.
No te niegues a volver,
tú sabes que ella siempre te ha de querer.
Para la luna eres su sol .
Recuerda que ella también tiene corazón.
La luna triste extrañándote va a dormir.
La luna duerme pensando en ti.

Hay que salvar el español.

Título: Hay que salvar el español.
Por: Uriel Luviano




La redacción es una herramienta indispensable para cualquier persona. La RAE la define como poner por escrito algo sucedido, acordado o pensado con anterioridad. De acuerdo a esto, uno la usa siempre que quiere escribir algo, sea lo que sea. Incluso las personas que, presumiendo su indiferencia y rebeldía (sic), alardean de no tener redacción, la tienen, sólo que deficiente y perezosa.
Además de las ventajas obvias, como facilitar la obtención de un empleo, hacer nuestra comunicación más eficiente, causar una buena impresión en los que nos escuchan hablar, entre otras más igual de benéficas, una buena redacción tiene muchas ventajas igual de buenas, sólo que más sutiles.
***
La habilidad para redactar está fuertemente ligada a la habilidad para pensar y razonar. Agarrándonos de la teoría que maneja George Orwell en “1984”, un lenguaje limitado y escueto sólo permite pensamientos y razonamientos básicos y lineales. Dicho de otra manera, la mente llega hasta donde el lenguaje se lo permite. Si uno maneja el lenguaje de una manera desorganizada, deficiente y poco cuidadosa, es muy probable que nuestro pensamiento sea parecido. Análogamente, si nuestro léxico es reducido, la variedad de los pensamientos que podemos concebir, y más aun expresar, disminuye exponencialmente.
Siendo esto tan evidente, uno esperaría que la gente le prestara gran atención a su manera de escribir. Desafortunadamente, esto no es así. El avance de las tecnologías de la comunicación, aunado a una ola de indiferencia que raya en el nihilismo, observable en casi todos los jóvenes, ha desembocado en que la redacción sea tristemente descuidada, tanto en las escuelas como en la sociedad.
***
Es normal y necesario que los lenguajes se simplifiquen y contraigan con el paso de los años. Esta tendencia es evidente en casi todas las lenguas habladas hoy en día, excepto algunas lenguas muertas. Así como las palabras tienden a contraerse, las estructuras gramaticales se simplifican, cayendo algunas construcciones en desuso y posterior extinción, y creándose nuevas para facilitar la expresión escrita y oral. Pero lo que se ha visto en los últimos años es alarmante.
La situación del español, sobre todo en México, es crítica. Por un lado, la falta de lectura en la juventud acarrea una ortografía deprimente y un léxico que normalmente se limita a si, no, y wey. A su vez, el acelerado ritmo de vida que llevamos, “justifica” el que se abrevie el lenguaje a tal grado, que en lugar de facilitar su comprensión, la vuelve una tarea dolorosa y cansada.
Es fácil echarle la culpa al internet y decir que por su culpa los muchachos hoy en día escriben AaaaASshiiiiIIIphzzzzz*, pero los nuevos medios de comunicación no pondrían nuestra redacción patas pa’arriba si tuviéramos una cultura de identidad lingüística, ya no fuerte, tan siquiera existente.
Debemos cuidar nuestro lenguaje, ya que es la representación más fiel de nuestra cultura. Asimismo, el español nos permite expresar sentimientos y situaciones que no sería posible plasmar con palabras de ningún otro lenguaje. Si no cuidamos nuestra redacción, poco a poco perderemos nuestro lenguaje y su riqueza, hasta el punto en el que no quede nada del español glorioso que usó Cervantes para escribir el Quijote, ni sus variantes regionales que tantas obras de arte han sustentado. Debemos cuidar nuestra redacción no tanto para tener un buen trabajo más tarde, sino como un deber con el lenguaje que tanto nos ha dado, pues ignorar sus reglas y normas es tan ruin como morder la mano que nos dio de comer, sobre todo en estos momentos en que dicha mano está en peligro de claudicar ante el peso de la globalización.

jueves, 23 de febrero de 2012

Los amantes

Título: Los amantes
Por: Darleth Olivares






Los amantes se escondían en las frías y húmedas noches... la soledad era la mejor compañía para un par de almas atrapadas en el vicio, en el vicio de una vida que jamás seria igual. Él tomaba su mano como si fuese su salvación, ella tomaba su boca como si pudiera saciar su sed.


Los amantes se escondían en la oscuridad, en el frágil silencio de las noches. Se hacían preguntas como si las respuestas se encontraran en la mirada del otro, pero la neblina en sus corazones no les permitía ver mas allá... aun así ellos unían sus cuerpos con la esperanza de olvidar, con la esperanza de sanar...



Inclusive, por un momento, la respiración del otro pareciera darles el aliento para continuar, para secar las lágrimas del otro, para sobrevivir un día mas acompañándose mutuamente en la eterna desolación de sus almas quebradizas.


El viento gritaba esperanza por doquier, los golpeó tan fuerte un día, que tuvieron que ceder a ella. Los amantes se abrazaban entre la inmensidad de la noche. Los brazos se hicieron de ella, como su cuerpo se hizo de él, aun había dolor en sus corazones, Pero querían volver a creer...Se miraron a los ojos como solían hacerlo siempre, pero esta vez, no buscaban alguien mas en los ojos de otro, esta vez buscaban un rayo de luz en medio de tanta oscuridad, esta vez buscaba un mutuo y simple te amo.

Lástima/rnos endecasílabos

Título: Lástima/rnos endecasílabos
Por: Cristian Vázquez





Hoy me convenzo de que no dispongo
las letras para encerrarte más
ni del silencio que acalle un poco
ni de la calma para dejar de pensar

pensar en las lágrimas que soltaste
aquella vez que habló la razón,
mientras marchaba sin rumbo alguno
agonizando la sombra del ayer;
en sábana de desesperación.

Ya no quiero volver a lastimarte
afilando las dagas con saliva,
de las dudas cantando al unísono
o auriculares de una sola canción.

Tampoco callaré que de a poco
en el interior del estómago hay
una especie en profana extinción
insectos que de plaga tienen poco,
que lloran por lo poco que quedó;

más no negaré que la esperanza
la cargo en el rincón más profundo
del labio superior, del beso aquel
que te busca desesperadamente
y que esa tarde como tantas veces;

Aún sin saber cómo; te encontró.

Llorando, desperté

Título: Llorando, desperté
Por: Adrián Favela






Te soñé, radiante...
en una mirada robaste mi respirar.
te seguí para cuidarte
pero te esfumaste en plena claridad.

Te busqué, alterado...
desde tu casa hasta aquél lago.
sin éxito volteé al cielo
suplicando tenerte de nuevo.

Tomé el tren, desesperante.
vagué por la ciudad, 
con el sólo afán de encontrarte.

Regresé, desanimado,
aunque con esperanza.
De caminar ya estaba cansado.

Esperé junto a aquél árbol, sentado
recordando las pláticas eternas
y cómo te miraba embelesado.

Me paré junto al lago seco,
y recordando tu ausencia a lágrimas,
de nuevo lo llené.

Te sentí, en medio de mi tristeza.
Tus besos escurrían por mi cuello.
Tu cálido abrazo derretía mi cuerpo.

Besé tu frente, agradecí al cielo,
porque entre mis brazos te tenía de nuevo.
Vaya que te extrañé,
pero recordé que era un sueño, 
y entre lágrimas, desperté.

Primera página

Título: Primera página
Por: Alejandra Cuevas.




A mí, el mar me escogió a mí, yo que me escondo bajo el manto de la noche llorando pasadas melancolías. Tomó  mi cuerpo de las sábanas que lo envolvían reclamando mi cadaver pasado de días, olvidado al atardecer. Devuelta fuí convertida en un complejo ser que sufre de esas malformaciones que todos amamos, embellecida por las repetidas olas. Mis cenizas jamás fueron esparcidas, porque en ese cuerpo yo nunca existí, aquí está la verdad de mi expresión ausente, ya que en cada gota de agua con sal yo siempre me encontré. Ingenuos son aquellos que ahora entregan lo que queda de mí al viento, porque yo vago fuera de lo que fuí. Traguen sus lágrimas queridos míos, saboréenlas, porque tal vez, algo les diga que en ese sabor marino me quedé yo. 

domingo, 19 de febrero de 2012

Tengo celos

Título: Tengo Celos
Por: Griselda Franco Tavares





Tengo celos de tus ojos
que son el espejo
donde no me veo
de la imagen que se forma
y desvanece
en cada pestañeo

Soy la sombra
un recuerdo
la niña y la mujer
que a su tiempo
nunca fue
y se escapan
de este cuerpo

Tengo celos de esto
que ahora soy,
la niña que se esconde
tras los restos de un amor
la mujer que no nació
y que muere
en cada beso.

Aspirante a poeta

Título: Aspirante a poeta
Por: Stephanie Vázquez




En la ventisca de inútiles versos se halla el oculto el significado de la verdad.  De rimas y estrofas puedo colmar un texto y aun así seguiría sin sentido para mí.

La poesía no es su fuerte.  Patético aspirante a poeta.

Tan solo realizar las primeras estrofas es una clara muestra de homicidio contra la escritura.

Estúpido practicante de narrativa.

No te engañes con ilusiones, termina ya con esta farsa.

-¿Por qué deseas escribir poesía con tanta desesperación?-

-¿Qué más puedo hacer sino intentarlo? , No temo a perder nada. Solamente tiempo que llevo de sobra. 

Así las voces de inseguridad se acallaron, y continúo con su obra.   

Sobre la realidad humana

Título: Sobre la realidad humana
Por: Ana Casas Alfaro





Todo hace daño.
Todo el mundo danza y parlotea bajo la luz de la luna. Bajo el brillo de las estrellas. Bajo la mirada del ocaso.
No se puede ser injusto consigo mismo.
No se puede comer a la luna de un bocado.
Tantos sueños rotos, tanta pesadumbre... el amor es ciego. El amor es escoria.
La vida plena existe sobre la montaña. ¿Cuándo empezar a escalar?
Las lágrimas fluyen como manantial, quizás sea bueno para la aridez del corazón.
Curiosamente, cuanta más agua fluye, más árido se vuelve.
El corazón tiene espinas entre los pétalos.
Toda la vida he callado. Es hora de gritar.
¡Vámonos! A toda marcha hacia la muerte. Las sombras y el olvido nos esperan.
La gente está eufórica por aventar el carbón a la máquina. ¡A todo vapor! ¡Nada nos detiene!
Y cuando menos piensas estás enterrado en un enorme vacío.
La retórica es el arte de encaminar a las personas a la perdición.
Las emociones son el error del ser humano. Sin emociones, ¿Qué seríamos?
Dioses, quizás.
Nada nos detiene, a toda marcha hacia el infinito.
¿Qué es el infinito? La muerte.
Polvo eres y al polvo serás tornado.
La eternidad yace en el jardín de la muerte.
Sembrar para cosechar.
"¿Qué siembras, dulce doncella?"
"Siembro ilusiones, buen hombre".
"Ilusiones cosecharás"
La jóven no comprendió lo que el hombre le decía hasta que, al paso del tiempo, mirando sus manos viejas y entumecidas, la anciana recordó que año tras año miró germinar sus ilusiones sin llegar nunca a convertirse en fruto.
Tan extraña es la luz de la luna.
La muerte de un día anuncia el comienzo del otro, no así para los humanos.

jueves, 16 de febrero de 2012

Es tiempo, es necesidad

Título: Es tiempo, es necesidad
Por: Tamara



Comunidad de Pluma Joven, a pesar de mi corta edad me siento obligada a seguir un reglamento otrogado por alguien al cual no considero apto...Es necesario un cambio, es necesaria la destrucción del opresor. Es tiempo de levantarnos, de liberarnos, destruir lo que nos destruye. Para ellos nosotros no somos más que idiotas que obedecemos "por un lugar mejor"; nos ven como billeteras, como simples parásitos a los cuales de vez en cuando recuerdan. ¡Y nos recuerdan para quitarnos dinero! Pero díganme, ¿nos pueden atacar con monedas?, No hay que darles tiempo de que cambien las monedas por defensa. Les hemos dado demasiadas advertencias de lo que MERECEMOS; nos tienen miedo, temen a que nos revelemos, temen a una Independencia. Pueden matar a tanta gente por la simple razón de no perder el poder que les ha sido otorgado. Nos quitan nuestros privilegios. ¿Tenemos algo que perder? Vivimos con miedo; vivir con miedo es como vivir muriendo, estar muerto. Los 201 años de "libertad" que nos han sido arrebatados. ¿Les parece justo? Es tiempo, es necesidad.

martes, 14 de febrero de 2012

Me llegó tu perfume

Título: Me llegó tu perfume
Por: Joel Eliud Palacios




Al cabo de un tiempo me di cuenta, ya no había nada mas por hacer, ni decir, ni intentar y mucho menos pretender.
No... ya se había agotado el “querer”, el “amar “y el “desear siempre un poco más”.
Habíamos llegado al límite, era momento de dar el siguiente paso, de seguir adelante y comenzar a crecer nuevamente, pero te dio temor lo que pudiera venir, lo que pudiera o no pudiera pasar.
Dejaste de buscar una respuesta, una solución… y tomaste la primera salida, lo más fácil, lo mas “correcto”, lo que a tus ojos era lo mejor, pero al final; tanto real como imaginaria, dejo una marca que nada borrara en nosotros dos.
Poco tardaste en tomar todo y mandarlo al carajo.
Poco te costo arrebatarme el sueño.
Poco te mojaron tus lagrimas y mucho menos te costo arrancar todas las páginas a este relato.
Basta una mentira para poner en duda todas las verdades.

Lo acepte.
Lo entendí.
Te mire a los ojos y te deje ir.

No había nada mas, simple y sencillamente había acabado.
Solté tu mano y mire como te alejabas, como dejabas atrás todo lo que soñamos con vivir.

Me olvide de ti, te arranque de mi vida y deje de esperar.
Te olvide, me resigne a no tenerte.
Cada día estabas más lejos, mas borrosa, más desconocida.
Incluso llegue a ser indiferente, feliz y no dichoso por saber que tú eras feliz, aun deseándote lo peor en lo más profundo de mi alma.
Sabia que no había nada mas, sabía que no tenia caso querer luchar, querer quererte.
Sabia que no me amabas, sabía que no deseabas estar aquí.
Incluso sintiendo que no era así me convencí de ello.
Hice que esta idea entrara a fuerzas a mi cabeza, deje de ser el mismo por un tiempo.
Me obligue a no quererte, a no amarte, a no querer soñarte.
Todo iba mejor, tenia lo necesario para seguir adelante… pero en ese instante regresaste.
Todo mi esfuerzo dejo de tener valor.
Regresaste a tomar lo que por derecho ya no era mío, ni mucho menos tuyo.
Intente decir no, intente ser fuerte, intente alejarte de mi corazón…
Pero me llego tu perfume.

Hasta que no pueda

Título: Hasta que no pueda
Por: Pamela Sepulveda





Tengo miedo de amarte, amarte tanto,
que no te pueda dejar cuando tu lo hagas,
tengo miedo de amarte tanto,tanto,
que te de todo de mi,
hasta la ultima migaja de mi alma,
hasta que no me quede nada,
hasta que mi cordura se vaya.

Maldito sea el futuro, si esta escrito en el,
que te vayas de mi vida,
que seria de mi si no estas aqui,
besarte en sueños
no es lo mismo que sentir
tus reales labios junto a los mios.

domingo, 12 de febrero de 2012

El santo de la higuera

Título: El santo de la higuera
Por: Daniel Alejandro Rascón





¡La noche ha caído!
La luna es llena
Y las estrellas brillan con una
Misteriosa fuerza.

En el bosque se escucha un llanto
El piso siente las lágrimas de un santo,
Es el santo de la higuera llorando plomo
Por todos lados.

La noche es iluminada por lo astros
Y los animales acompañan su canto.
La luna ilumina al hombre que lleva
Plomo en el pecho y sale a pasear de noche
A llorar por los necesitados.

Estoy cansada de la palabra "amor"

Título: Estoy cansada de la palabra "amor"
Por: Mayren Castillo





Estoy cansada de la palabra “amor”, y todo lo que conlleva; estoy harta de verla en todas partes, inclusive englobada en versos ajenos.

Estoy cansada de seguir leyendo sobre el amor, de lo que provoca; que si incita a hacer locuras, llorar hasta quedar seco, sufrir en silencio, hacer lo impensable o no permitir dormir en las noches.

Estoy cansada de seguir escuchando sobre el amor, de lo que se siente; que si es la causa de la felicidad más grande jamás experimentada, o la tristeza más profunda jamás conocida. Si por su causa una persona puede alcanzar los pedestales más altos del cielo o hundirse entre las sombras de una ilusión rota.

Estoy cansada de seguir viendo como el hombre y la mujer resumen su vida y su propia felicidad al éxito amoroso; como si no hubieran más metas, como si dentro de ti mismo no pudieras encontrar el equilibrio que necesitas para sobrevivir en un mundo que no conoce una fuerza más poderosa, aunque entiendo que a veces parece no haberla, aunque no me guste, a veces no la hay.

Pero sobre todo, estoy cansada de la palabra “amor” y todo lo que ocasiona; incluyendo por supuesto, el hecho de que me halle aquí escribiendo que estoy cansada de estar cansada, que estoy harta de intentar y fallar, que no puedo seguir esperando sin respuesta.

Finalmente, estoy cansada del amor como tal; quien me ha enseñado que no es más que un juego cruel, en el que quien gana, pierde, y quien pierde, muere todos los días.

sábado, 11 de febrero de 2012

Furia

Título: Furia
Por: Jorge Orlando Ochoa





Lo escribo dentro de mis huesos
para no perder el control,
ya no  será como antes
hoy el tiempo se  vuelve acero,
junto con la realidad de este juego.

Un solo coraje en un desierto
ir sediento, rompiendo la ira,
viviendo para envolver un sueño,
viviendo para despertar  la furia.

Sin necesidad de crear memorias,
sin desvanecer el secreto en mis ojos,
hoy mi furia  frena las pesadillas
a la  distancia y muy lejos de mi ser.

jueves, 9 de febrero de 2012

Yo no soy Magdalena

Título: Yo no soy Magdalena
Por: Mariana Zérega





Debajo de las escaleras que hipnotizan, con su forma de caracol te escondes. Yo sólo veo tu sombra y nada más. Escucho tu respiración agitada y nerviosa, y en silencio suplico que no te percates de mi presencia, oculta tras la pared.

¿Dónde estás ahora? Que no te vi partir jamás. Has dejado tu lugar vacío y yo parece que estoy clavada al mismo suelo de siempre. ¿Dónde estoy yo ahora? Que no veo nada, no siento, ni percibo el aroma que se desprende de la vida.

¿Y si te acercas un poquito más? Por favor, que quiero sentirte. Porque quiero tenerte conmigo, quiero tenerte a mi lado. No te vayas. Si te vas, ya no existes.

Sigo las huellas que dejaste sobre la tierra después de la lluvia, y me llevan a más allá de lo que no conocía. Te ves tan lejano, sólo logro distinguir tu sombra. Entre el azul del cielo, entre lo blanco de la brisa.

¿Tú me seguirías? Si dejara mis huellas en el barro, si olvidara algo y me buscaras con ese pretexto. Si solamente hubieras visto mi sombra, si jamás me hubieras visto con mi velo de distancia que se interpone entre el mundo y yo. ¿Vendrías conmigo?

Y te acercas, y te vas. Como esperando a que yo vaya por ti. Y te alejas un poquito más. Entonces, yo me alejo también, para ver si así te acercas. Y te vas, y me voy.

Te comportas como un niño, y esperas que yo reaccione como tú. Que llegue y te llore un mar de lágrimas caprichosas y lave con ellas tus pies. Pero dime, ¿existe una razón para que eso suceda? Yo no soy tu Magdalena para irte a llorar, porque no lloro mas de una vez al año.

Detrás de una roca veo salir una de tus piernas. Como siempre te escondes de algo que no conozco. Camino lentamente, para no desconcentrarte, para no provocar ningún ruido, para que el silencio siga como debe de estar. Y me acuesto en el suelo.

¡Cuánta brisa y cuánto frío hace! Mira como las gotas se quedan en tu cabello. ¿No tienes frío? Estás descalzo y tus manos se sienten como el hielo.

¿Qué ganas con perderte en el tiempo? ¿Qué ganas ocultando tu existencia? Más soledad que la tuya no existe. Y tu sombra jamás me perdonará el seguir tus huellas por simple curiosidad. ¿A dónde me llevarán? Cada día la duda se vuelve más entera, y la forma en que se va descubriendo el camino debajo de las olas, me hace pensar que a dónde vas es a ningún lugar.

¿Comerías mi carne si yo muriera? Yo no sé si sería capaz. Al parecer tú te comerías a ti mismo por el simple placer de matarte.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Tienes los dientes manchados de mentiras

Título: Tienes los dientes manchados de mentiras
Por: Griselda Franco Tavares





Tienes las manos tersas de caricias
que en madrugadas frías te acaloran
y al caer el sol por tu ventana
se van con disimulo por la puerta

Tienes los dientes manchados de mentiras
de esas que no se escupen, que consumen 
que te quitan el hambre y llenan el hueco
de verdades que se van tragando sin sazón

Tienes un cuerpo que habla por ti
te delata cuando más seguro te encuentras
pensando que al callar nada se sabe
eres víctima de la jaula que te encierra.

martes, 7 de febrero de 2012

Homofobia

Título: Homofobia
Por; John Betancourt





Tengo duendes de sepultura a mis costados,
sobre mi cabeza, señalándome.

No me acompañan ni el tiempo, menos en mi sueño.
Hay que perderse en los parajes de uno mismo
para conocerse a fin de cuentas.

A cierta ciencia lo sé, ellos buscaran destruirme con sucios adjetivos,
hipócritamente se acercaran, que idiotas, cortar su cabeza no me dolerá.
Huirán de mi o me maldecirán hasta que su lengua envenenada muerda su propia libertad
de ser libres.
Su reprimida ansia de querer ser como yo.

Los caminos se truncan de manera imprevista, esto es solo una manera radical de recorrerlo.
Recurro al reto del beso en el espejo, mira al fondo de tus pupilas y descubrirás
Que aquello que temes es lo que tienes mas cerca, y tal vez en tu cama ya duerme.

lunes, 6 de febrero de 2012

Ave del metro

Título: Ave del metro
Por: Uriel Luviano




Fui tuyo por ocho estaciones aunque no lo supiste. Nuestra conversación fue parca, escueta, como son las conversaciones de los grandes amores. Me perdí en tus ojos oscuros, casi negros, y en tu melena áurea y desarreglada. ¡No sabes cómo quería bajarme contigo en Miguel Ángel de Quevedo, dejar mi futuro y mi pasado atrás, y correr tras tus pasos! Supongo que no lo hice porque fue evidente que tenías novio y yo siempre he sido un cobarde en el amor, pero apesar de todo, te amé intensamente por treinta minutos.

domingo, 5 de febrero de 2012

La dama de la noche

Título: La dama de la noche
Por: Alejandra Cuevas Juárez




Me llaman flor, me llaman La dama de la noche, me llaman lluvia y rocío, me llaman instante, me llaman Dama de la noche. Me reclaman el tiempo, cuando, ¿Qué más puedo yo dar? Si al día mi preciosa constitución trabaja junto constelaciones para hacerme vivir, para poder ver el mundo que me rodea, del que no soy consciente, porque siento, pero no sé como puedo sentir. Me llaman fugaz, cuando doy mis días, el Todo, para obtener unas horas de aire y luz, pues el universo sabe cuanto anhelo ser vista.
Me llaman dama de la noche, en la oscuridad abro mi capullo dejándolo florecer, meserse con el viento, besar el rocío de la madrugada, ser suya solo un día más.
Te entrego mi silencio y mi dolor, no para que lo tomes, solo como elemento de la entrega que te puedo ofrecer, un simbolismo de mi ser. Te dedico mi única oscuridad, la ilusión de un día, seguida del vacío de la inmensidad, el olor de mis más recónditos lugares, la belleza del momento, el cerrar de mi felicidad. Ahí está, tómalo como lo habíamos hablado, no se lo des al tiempo, porque retiene, no deja escapar.

Él

Título: Él
Por: Ilse McCarthy





Él me enseñó que la vida es más sencilla estando juntos.

Él estuvo ahí para golpearme cuando fui una tonta, cuando tomé sin permiso sus juguetes, cuando le saqué la lengua y cuando lo acusé con mamá; pero también estuvo ahí para secar mis lágrimas cuando mi padre me pegó, cuando tropecé y sobre todo cuando el amor me dio mi primera bofetada.

Él estuvo ahí para discutir cuando quería desahogarme, para pelear por cosas sin sentido, para ser mi enemigo cuando tenía tantas emociones dentro de mí, para gritar cuando estábamos en diferentes sintonías; pero también estuvo ahí para hablar sobre tonterías, para escuchar mis aventuras, para preguntar sin miedo, para responder sin secretos, para estar a mi lado en las peores guerras ya sea contra la vida o contra mamá.

Él estuvo ahí para insultarme, para llevarme al extremo de mi enojo y hacerme explotar, para hacerme llorar con sus palabras, para llenarme de estrés cuando no dejaba de molestar; pero también estuvo ahí para hacerme reír cuando todo era gris, para hacerme sonreír cuando estaba enojada con el mundo, para darme una mano cuando solo veía espaldas, para hacerme caso cuando aquel idiota no lo hizo, para luchar a mi lado cuando la injusticia se presentaba entre regaños.

Él estuvo ahí para deshacer mis coartadas, para usarme de chivo expiatorio y echarme de cabeza con mi madre, para disfrutar y reírse cuando sabía que estaba escondiendo algo importante de la mirada de mamá, para chantajearme con su lógica que llegué a detestar; pero también estuvo ahí para cubrirme,  para esconder mis secretos, mis confesiones, para disimular mis escapes, para defenderme, no solo de dragones, si no de los castigos.

Él estuvo ahí...

viernes, 3 de febrero de 2012

Carta de un adiós sin remedio

Título: Carra de un adiós sin remedio
Por: Abigail Arreola y Claudio Güitrón





Me despido de esos versos tristes, que te escribía con las lágrimas apretándome los ojos. De esas palabras retorcidas; de esos labios que no toco.
Me despido para siempre de las palabras que no dije, de los te quiero callaba cada vez que te alejabas, me despido de esos versos tristes, del amor que me mataba.


No quien que pienses que no es difícil decir adiós, trato de ser fuerte, pero no lo soy.
Me despido porque solo me esta estorbando mas de lo que me ayudan,
Me despido de aquellos poemas que no te entregué, esos que se quedaron en la libreta, que se fueron empolvando, que se fueron acumulando.
Me despido para siempre de mis deseos de darte un beso en invierno, aun cuando se te partieran los labios

Me despido de esos versos triste que me dediqué, me despido de todo aquello que hable de tus ojos negros que me iluminaron el camino a recorrer. Me despido, dentro de estas palabras ya no hay lugar ni para ti ni para mí. Entre mi vida, ya no hay espacio para tus manos en mi espalda. Entre mis sueños ya no hay queda nada de tus labios y entre mis ojos ya no te veo amor, ya no te veo.

Me despido de la sensación áspera de tu piel, de esa barba a medio crecer y a medio cortar que no le tomaba importancia cuando me abrazabas para cubrirme del viento
Me despido de tu sazón al cocinar cuando estaba enferma, me despido de tus historias de aventuras en lugares que no conozco



Porque en tus manos ya no hay espacio para las mías, En tu cama ya no hay espacio para mi cuerpo y en tus sueños ya no hay existencia para mi presencia
Porque en tus tardes ya no hay espacio para nuestros planes, ya no somos nosotros, solo eres tu, solo soy yo.

Y lo que no fuimos no podría ser aunque no haya sido. Lo que no intentamos se reduce a ganas y lo que ganamos se convierte en viento; porque solo fabricamos malas memorias y desechamos los buenos recuerdos. Porque para lo único que nos queda tiempo ahora, es para despedirnos de nosotros, de lo que fueron mis derrotas; de mi paciencia que no fue otra cosa que un juego dónde yo fui el perdedor.



Sabiendo que perdería me aventuré a jugar
¿Quieres hacer reír a Dios?
Cuéntale tus planes, cuéntale tus sueños al lado del hombre que hizo un mundo nuevo y maravilloso dentro de tu cabeza, Cuéntale que te dormiste pensando en él y despertaste con su recuerdo entre tus ojos.
El sabrá que hacer para arruinarte.

A jugar con tus medias verdades que me sabían amargas, a jugar con mi tiempo que cada vez se reducía a nada.

¿Todo para que? para quedarte con el botín de nuestro tiempo, de nuestros sueños de todo lo que quisimos y deseamos, para quedarme con tus mentiras y tus trampas, cosa que me pareció bien, con tal de verte contento, me deje llevar tanto tiempo...

A la orilla del mar

Título: A la orilla del mar
Por: Jack Vane y Astrea Atoc




Sentado sobre un ave
naufragando en botellas
te sigo buscando en este mar
sobrio de esta realidad,
soñando con ser alas para volar.

Volviendo del quizá
en el barco del talvez,
cargando en los brazos
tantos por qués.
Con un amor en la espalda
que carece de ojal,
véndeme la aguja del pajar
para coserle los baches a un
corazón que añora amar.

Entrelaza el adiós
que no se despide,
con el hilo de un beso
a la orilla del mar.

Dame 5 minutos para
robarle el tiempo al reloj
llenarte de mensajes
las botellas anejas de olvido
firmarte las cartas con el
adiós, que tu nunca me diste.
Y que mis labios tergiversen
a los tuyos en una conversación
sin tregua sobre el verbo amar.

Tal vez siempre preguntas
mas de lo que respondes
y te vas rozándome los labios
con promesas de quitarme la sed.

Ahora dime  para que sirven
las cenizas de este corazón?
solo polvo en la autopista
de alguna canción.